Al jamaiquino Chris Gayle, jugador de cricket de los Melbourne Renegades, le salió costoso coquetear con una periodista en vivo.

Quiso aplicar sus dotes de Casanova con la bella reportera Mel McLaughlin durante un encuentro de la liga australiana.

Sonriente y de forma pícara le dijo ante la primera pregunta de carácter deportivo que ella le disparó.

“Quería estar aquí y tener una entrevista contigo. Ver tus ojos por primera vez es bonito”.

Ella, muy profesional, quiso seguir con la entrevista, pero el jugador no lo permitió y siguió ‘atacando’ a la linda dama.

“Espero que podamos ganar este partido y también que podamos tomar una copa más tarde para celebrarlo”.

Ella no evitó enrojecerse, entonces remató el jugador, “No te ruborices, nena”.

Como todo Casanova, Gayle debe tener una amplia chequera para responder por los 10 mil dólares de multa que le impuso el equipo por el bochornoso acto público.

No es el primer antecedente lujurioso de Gayle.

Contra él hay un juicio pendiente al haberle mostrado los genitales a una mujer de la organización del Mundial de cricket al entrar al vestuario mientras se cambiaba el jugador.

“Buscas esto, nena”, cuenta la dama que le dijo el jugador al verla mientras se bajaba la toalla.